viernes, 4 de mayo de 2018

Cómo servir el vino😮

Sencillos consejos para el servicio del vino

Hay mucha mística entorno al vino y su servicio. Esto no es algo bueno para su consumo en nuestra opinión, pues hay gente que, por miedo a hacer algo incorrecto, prefiere no disfrutar del vino. En realidad, las reglas de servicio de vino son muy sencillas. Aquí van unos cuantos consejos para quitar cualquier temor en un restaurante.

Comprobar la etiqueta

Tras haber elegido una botella de la carta, lo más normal es tomar unos segundos para comprobar que la botella que se nos sirve es la que queremos. En ocasiones esto puede no ser el caso y nos encontramos bebiendo lo que no hemos pedido, lo que no es muy agradable si en particular el vino servido resulta ser mucho más caro que el pedido. No sería la primera vez que ocurre, así que mejor echar un breve vistazo, y ya puestos, mira también si la añada que te sirven es la que has pedido.

El corcho

Si en un restaurante te presentan el corcho de la botella, lo que piden como respuesta a esto es simplemente que lo tomes y lo huelas. Cuando un vino está mal (no de sabor, sino que tiene un defecto -picado como frecuentemente se dice, por ejemplo) este defecto se detecta sin problema en el corcho. Si el corcho está muy húmedo es posible que el vino tenga algún problema. Igualmente si el corcho huele a humedad (como cuando se abre un sótano). Si el aspecto del corcho no parece muy sano tiene sentido pedir el criterio del profesional que nos sirve. Igualmente, si el olor del corcho es extraño, merece la pena preguntar si es el vino es correcto para validarlo.






El servicio para probar el vino

Lo normal es que en un restaurante den a probar el vino antes de servirlo. Es posible que el vino tenga algún defecto (si bien el número de vinos defectuosos es muy bajo y, además, en numerosas ocasiones los defectos no se detectan o quien consume no se atreve a pedir un cambio de vino). Al probar un vino no hay que pensar en si el vino gusta o no. Si no gusta y se está dispuesto a pedir otro, perfecto, pide un cambio (el restaurante estará encantado de cobrar por otra botella). Lo que se busca realmente es algún defecto, del mismo tipo finalmente de los que se podría encontrar en el caso del corcho. Por cierto, que encontrar un defecto en el corcho no implica que el vino lo tenga. Es posible que el defecto no hubiera llegado aún al vino... pero en ocasiones puede suceder lo contrario, el vino puede estar defectuoso y no haber notado nada en el corcho.
Mi recomendación cuando te den a probar un vino es que si sabes (sin que se derrame) le des unas pocas vueltas en la copa para oler bien una vez el vino se oxigene, y que si no detectas nada raro hagas un gesto con la cabeza o digas que está bien... y gracias. Y mejor si todo pasa en poco tiempo.

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