lunes, 21 de mayo de 2018

Regiones vitivinicultoras de México

Nuestro país cada vez es más reconocido por sus zonas vitivinícolas; cada región y cada viñedo tienen cualidades únicas, que hacen que sus vinos resulten en productos distinguidos y especiales.


Querétaro.

En el estado de Querétaro se localizan los valles de viñas más sureños del país con dos zonas importantes: Tequisquiapan y Ezequiel Montes. Las condiciones climáticas y terrestres de esta región permiten que las uvas desarrollen características inigualables. destaca por sus vinos tintos, blancos, rosados y espumososFreixenet, La Redonda, La Madrileña y Cavas Atonelli son algunas de las cavas más importantes de esta región.

Zacatecas.

Zacatecas es una región relativamente joven, considerada zona viticultora desde hace algunos años. Su importancia reside en el alto nivel de producción de uvas blancas como Chenin Blanc, Tramier, Málaga y French Colombard, y tintas como Ruby Cabernet y Petit Syrah, en sus dos zonas de producción: Ojo Caliente y Valle de la Macarena. Aquí las bodegas importantes son Bodegas del Altiplano y Cachola.

Aguascalientes.

Aguascalientes, en la región occidental de la altiplanicie mexicana, alberga uno de los valles más amplios de las regiones vinícolas de nuestro país. Aquí hay tres principales zonas de cosecha: Calvillo, Paredón y Los Romo, donde las lluvias de verano y sus suelos de textura ligera y gran contenido de materia orgánica, favorecen la esencia de sus vinos. Entre los viñedos más destacados está la Hacienda de Letras, Vitivinícola Dinastía y La Bordaleza; y además la zona cuenta con varias destilerías importantes de aguardiente.

Durango.

Durango también es un estado importante en el entorno vitivinícola debido a su producción de uvas para destilados, jóvenes de cuerpo ligero y vinos de postres. Su clima seco desértico representa una ventaja para producir uvas de mesa. Una de las casas productoras importantes es la Compañía Vinícola del Vergel, en las cercanías de Gómez Palacio, cuya etiqueta más importante es Viña Santiago.


Coahulia.

El estado norteño de Coahuila también es uno de los más reconocidos cuando se habla de vinos mexicanos. Del Valle de Parras, donde se encuentra Casa Madero, la primera vitivinícola de América, hasta Arteaga y Saltillo. El clima seco y caluroso, los cambios bruscos de temperatura, y la precipitación media anual, son elementos que crean un ambiente propicio para que se den cierto tipo de cepas, como la Chardonnay, Semillon y Colombard, o Cabernet Sauvignon, Merlot y Tempranillo. También se encuentran otras casas productoras como Casa Ferriño y Vinícola Vitali, en el municipio de Cuatrociénegas.

Sonora.

En Sonora también hay una gran calidad de uvas, sin embargo, la producción es limitada debido al clima desértico y la baja precipitación. Sus dos zonas productores son Hermosillo y Caborca, ambos caracterizados por el indisponesable sistema de riego, necesario para las cosechas. Casa Domecq cultiva uvas para uvas aquí para la producción de vinos en las zonas de la región, asimismo, en el estado hay muchos productores de aguardiente, entre ellos Martell.

Baja California.

Al norte del país se encuentra el estado productor de grandes vinos mexicanos, Baja California. Sus productos, con características e influencias mediterráneas, hacen de esta región una de las más importantes. Ubicado dentro de la franja del vino, goza de inviernos húmedos y veranos secos y templados, ideal para obtener cosechas de máxima calidadEl Valle de Guadalupe es el más reconocido, sin embargo, también se encuentra el Valle de Calafia, el de Santo Tomás, el de San Vicente y el de San Antonio de Minas. De Baja California destacan los viñedos de Santo Tomás, Pedro Domeq, LA Cetto y Monte Xanic, junto con una gran variedad de cavas más pequeñas de vinos artesanales y de autor.

El vino en México.

¿Sabias que México fue el  primer país de américa donde se comenzó a cultivar la vitis vinifera? 😮

Los griegos llevaron la vid a la península ibérica hace aproximadamente 27 centurias y de España el cultivo se propagaría hacia América a partir del año 1492, ya que algunos se dirigían al Nuevo Mundo llevando cantidades importantes de barricas con vino, que los españoles incluían en su dieta cotidiana 

Notas históricas sobre los orígenes españoles del cultivo de la vid en América:

El vino constituía en los siglo XV y XVI un complemento indispensable en la dieta del pueblo español y por ello, se hacia necesario e indispensable para los tripulantes, pues el vino se consumía como alimento, como medicina y como reparador de fuerzas.

La primera vez.

Juan de Grijalva es considerado el primer europeo que bebió vino acompañado de varios señores aztecas en tierras que hoy llevan el nombre de México.
algunas referencias bibliográficas mencionan que el 24 de junio de 1517 se bebió vino por primera vez en México, en una comida ofrecida por Juan de Grijalva.


viernes, 4 de mayo de 2018

20 cosas sobre el vino que cualquiera debería saber

1) Vino blanco para pescado, vino tinto para carne

FALSO. Esta regla es obsoleta aún cuando tiene cierto sentido real. En la práctica se sigue poco y si eres un bebedor novicio de vino empieza a beber y acompañar tu comida con el vino que te gusta o que puedes comprar, y ve experimentando con otros poco a poco. A medida que tu paladar evolucione irás acertando en lo correcto.
2) El maridaje de alimentos y vino es sólo para los fresas

FALSO. Maridar implica, matrimonio, acompañamiento, enlace, equilibrio y armonía. Maridas un vino para adaptar sus mejores características al alimento que vas a probar en la mesa. Ejemplo: carne roja asada: vino de uva cabernet sauvignon. Ojo, no es una regla.

3) No bebo vino porque es muy caro y es para personas con dinero

FALSO. El propósito del vino es enriquecer la comida. Puedes beberlo solo o acompañado pero el vino es de la mesa, no de las francachelas, para eso están los destilados y los licores. Todo el mundo puede enriquecer su experiencia en la mesa con vino.
4) El vino y la comida se beben/comen casi simultáneamente

CIERTO. Comes y das un trago, entonces maridas y el líquido aporta a la comida en boca. Así se complementan cosas. Se da una comunión que explota los mejores sabores y alcances en ambos. De eso se trata todo el asunto. No es primero el bocado y ya que lo pasaste el vino.

5) El vino blanco es para las muejeres y el tinto para los hombres

FALSO. Todo depende del historial de sabores que guarde tu paladar y de las características que te gusten. A muchas mujeres les gustan los vinos dulzones porque no tienen costumbre de beber vino. Otras prefieren los blancos porque los sienten ligeros. No hay problema, pero el color del vino no marca géneros. Un vino blanco puede ser muy frutal y no convivir bien con una carne. Un vino tinto puede tener tanto cuerpo que mate el sabor aterciopelado de unos ostiones. Bebe vino sin prejuicios y experimenta a beberlos ambos en la misma o distintas ocasiones.

6) Hay vinos fuertes y suaves

MAS O MENOS. Se dice que un vino tiene cuerpo ligero, medio o intenso. No califiques a un vino de fuerte, sino intenso o con cuerpo. Tampoco hay vinos suaves sino ligeros. Vale la pena aprenderlo para que vayas metiéndote en el argot del vino y cuando llegues a una mesa con tu familia política, que sí sabe de vinos, no la riegues.
7) Los vinos más caros son los mejores

MAS O MENOS. Depende desde qué punto de vista lo veas. Es cierto que la mayoría de los vinos caros, lo son por algo, pero no siempre son mejores. Hay vinos que son reconocidos por su fama pero ya no son tan buenos, y hay vinos de precio módico o de plano baratos que en una mesa se portan muy bien. El mejor vino es el que puedes pagar.

8) El vino blanco tiene que enfriarse en el refrigerador

FALSO. Si no tienes otra opción, ok, pero siempre está la posibilidad de enfriarlo con hielo, ya sea en una cubeta o en una hielera. El refrigerador puede bajarlo de temperatura demasiado o no enfriarlo suficiente porque está hecho para alimentos. Sin embargo hay refrigeradores para vinos con compartimentos para tintos y blancos.

9) Se dice vino tinto, no rojo

CIERTO. Pero si me preguntan por qué, se trata simplemente de un formalismo, porque el vino tinto en realidad adquiere su color por procesos químicos que no vamos a abordar. Pero en la mesa, sí se oye “gacho” decir: “pásame el vino rojo”, lo que ridículamente no sucede con el blanco o el rosado. ¿Absurdo no?

10) El vino tinto no debe enfriarse

FALSO. El vino tinto se bebe a una temperatura de entre 16 y 18 grados, por lo regular. Un vino blanco se bebe idealmente a 12 o menos grados. Ya irás aprendiendo de acuerdo al vino. Pero en muchos restaurantes entregan el vino tibio. ¿Te gusta beber coca cola tibia? ¡No! Lo mismo pasa con el vino. Baja de temperatura el tinto y ¡no permitas que te lo sirvan tibio en un restaurante!

11) Este vino se lleva bien con toda nuestra comida

FALSO. Con tal de vender un mesero es capaz de decirte cualquier cosa. Muchos meseros no saben de vino porque son nuevos y recomiendan sin saber. Este es un problema porque cuando dos no saben las cosas se complican. Elige entonces la uva que conozcas y compra el vino de acuerdo a tu presupuesto y el país que más te guste. Pero recuerda que el carácter de una misma uva en cada país es distinta. Empieza por el que más te lata y ve rotando. Bebe y aprende.

12) El vino es bueno para el corazón

CIERTO. Estudios médicos desde hace dos décadas recomiendan un par de copas de vino para evitar males cardíacos. La uva Cabernet Sauvignon es la más recomendable. Pero este consejo no lo tomes muy a pecho. No quieras acabarte una botella diaria para estar más sano. Come bien.

13) El vino dulce es para los que no saben tomar

FALSO. Los vinos dulces generalmente son vinos de postre aunque hay distintas gamas de “dulce”. Un buen Asti, seco, marida bien con muchas cosas y tiene cierto dulzor que atrae. Pero hay vinos muy dulces como los “cosecha tardía” que son deliciosos con quesos azules y foie gras, por ejemplo. Casi podría decir que quien bebe vino dulce sabe más de vino.

14) Si no terminas una botella métela al refri

MÁS O MENOS. Si no tienes otro remedio y no quieres acabarla, ok, pero no la dejes ahí más de dos días porque el vino perderá toda su gracia. Hay tapones especiales en tiendas o áreas de almacenes especializadas que ayudan a extraer el aire y el vino dura hasta una semana.

15) Los vinos mexicanos son muy buenos

MÁS O MENOS. Algunos solamente. México produce cada vez mejores vinos pero en los escenarios mundiales todavía no destaca mucho y sus altos costos no ayudan. Hay muchos países con grandes vinos. Unos más famosos que otros. Quizá, diciéndolo temerariamente, Francia concentre mayor número de vinos reconocidos, pero Italia no se queda atrás, y España compite.

16) Para hacer una botella de vino, se necesita un kilo de uvas

CIERTO. Pero hay otros vinos que requieren más.

17) Francia es el productor número uno de vino en el mundo, seguido de España e Italia

CIERTO. Aunque España parece haberlo desbancado ya.

18) El país que más vino bebe es Francia, con consumo de 50 litros por año por persona (una botella por semana)

CIERTO. Pero te sorprendería saber que en el Papado Vaticano se bebe medio litro al día, en promedio.

19) Una copa de vino blanco promedio contiene 100 calorías, mientras que el tinto posee 100 más

MÁS O MENOS. Depende de qué vino pero esa es la tendencia.

20) Los niños deben aprender a beber vino desde chicos

MÁS O MENOS. En países productores europeos, a los niños les dan vino diluido en agua desde los 4 o 5 años. En países latinos no hay costumbre. Poco a poco, no hay prisa.

Vino y salud.

¿Beneficios del vino para la salud?

Muchos de los beneficios para la salud asociados al vino tinto se derivan del resveratrol, un componente antioxidante que podemos encontrar en la piel y las semillas de la uva. Durante la fermentación el mosto está en contacto con piel y semillas y es debido a este proceso que el resveratrol se encuentra en el vino en alta concentración y, derivado de esta concentración, surgen todos los estudios que asocian salud y vino, con una alta correlación que parece indicar algún tipo de relación.

El resveratrol

El Resveratrol es un polifenol con propiedades antioxidantes que neutraliza la acción de los radicales libres. El stress o la contaminación son aliados a la producción de radicales libres. Los radicales libres producen oxidación en un organismo, y de aquí que sea responsable del envejecimiento o la degradación de organismos. Frente a esto, resveratrol, gracias a sus efectos antioxidantes, tiene el efecto de neutralizar a los radicales libres.

La paradoja

La conocida como paradoja francesa dio luz a las virtudes del vino tinto, y del resveratrol en particular. Esta paradoja mostró como la población francesa, que consume grandes cantidades de queso y mantequilla, pero también de vino tinto, tenía un número muy inferior de enfermedades cardiovasculares en su conjunto que otros países.

Luces y sombras

En el año 2006 El Harvard Medical School realizó un estudio que concluyo que ratones con una dieta calórica pero con consumo de altas concentraciones de resveratrol ganaban menos peso y tenían menos problemas cardiovasculares que los ratones que no consumían resveratrol. Otros estudios, como es lógico, han seguido a éste para aportar más datos y luz a los beneficios del Resveratrol. Un estudio llevado a cabo en la Universidad John Hopkins concluyó que niveles altos de resveratrol podían ayudar a proteger el cerebro durante un infarto cerebral. Parece que hay suficiente evidencia positiva respecto a los efectos del Resveratrol.
La pregunta siguiente es cuánto vino hay que tomar para notar este beneficio, y si el consumo derivado no acaba por ser contraproducente. Hay estudios que evidencian resultados positivos con el consumo de un vaso de vino diario, mientras que hay otros estudios que indican que habría que consumir litros diarios para poder tener resultados positivos por resveratrol, lo que significaría simplemente un exceso de consumo, negativo globalmente para la salud. Podemos decir que no hay suficiente evidencia para concluir en una u otra dirección, pero siempre queda la paradoja francesa para hacernos pensar que no podemos estar haciendo mal, sino más bien lo contrario, bebiendo una copa de vino tinto al día.


Cómo servir el vino😮

Sencillos consejos para el servicio del vino

Hay mucha mística entorno al vino y su servicio. Esto no es algo bueno para su consumo en nuestra opinión, pues hay gente que, por miedo a hacer algo incorrecto, prefiere no disfrutar del vino. En realidad, las reglas de servicio de vino son muy sencillas. Aquí van unos cuantos consejos para quitar cualquier temor en un restaurante.

Comprobar la etiqueta

Tras haber elegido una botella de la carta, lo más normal es tomar unos segundos para comprobar que la botella que se nos sirve es la que queremos. En ocasiones esto puede no ser el caso y nos encontramos bebiendo lo que no hemos pedido, lo que no es muy agradable si en particular el vino servido resulta ser mucho más caro que el pedido. No sería la primera vez que ocurre, así que mejor echar un breve vistazo, y ya puestos, mira también si la añada que te sirven es la que has pedido.

El corcho

Si en un restaurante te presentan el corcho de la botella, lo que piden como respuesta a esto es simplemente que lo tomes y lo huelas. Cuando un vino está mal (no de sabor, sino que tiene un defecto -picado como frecuentemente se dice, por ejemplo) este defecto se detecta sin problema en el corcho. Si el corcho está muy húmedo es posible que el vino tenga algún problema. Igualmente si el corcho huele a humedad (como cuando se abre un sótano). Si el aspecto del corcho no parece muy sano tiene sentido pedir el criterio del profesional que nos sirve. Igualmente, si el olor del corcho es extraño, merece la pena preguntar si es el vino es correcto para validarlo.






El servicio para probar el vino

Lo normal es que en un restaurante den a probar el vino antes de servirlo. Es posible que el vino tenga algún defecto (si bien el número de vinos defectuosos es muy bajo y, además, en numerosas ocasiones los defectos no se detectan o quien consume no se atreve a pedir un cambio de vino). Al probar un vino no hay que pensar en si el vino gusta o no. Si no gusta y se está dispuesto a pedir otro, perfecto, pide un cambio (el restaurante estará encantado de cobrar por otra botella). Lo que se busca realmente es algún defecto, del mismo tipo finalmente de los que se podría encontrar en el caso del corcho. Por cierto, que encontrar un defecto en el corcho no implica que el vino lo tenga. Es posible que el defecto no hubiera llegado aún al vino... pero en ocasiones puede suceder lo contrario, el vino puede estar defectuoso y no haber notado nada en el corcho.
Mi recomendación cuando te den a probar un vino es que si sabes (sin que se derrame) le des unas pocas vueltas en la copa para oler bien una vez el vino se oxigene, y que si no detectas nada raro hagas un gesto con la cabeza o digas que está bien... y gracias. Y mejor si todo pasa en poco tiempo.

miércoles, 18 de abril de 2018

CURIOSIDADES SOBRE EL VINO😮

Para disfrutar del vino no hay que ser un experto. Aunque cuanto más aprendemos de algo, más lo disfrutamos,por eso quiero dar algunos datos que considera importantes sobre el vino:



El vino es un producto natural: La fermentación es un proceso que tiene mucho de poesía y de magia… el azúcar natural del fruto se transforma en alcohol y así nace el vino. Si quieres puedes también mirar algunos aspectos sobre la historia del vino.


Maridar vino:Combinar bien el vino con la comida es todo un arte, pero eso no debe echarnos atrás. Lo mejor es aprenderlo con la práctica. La idea es que los sabores del vino y la comida se refuercen, en lugar de ‘contrarrestarse'.



Catar un vino: No hace falta ser un experto para catar un vino, es suficiente con aguzar nuestros sentidos para captar mejor sus características, y tratar de describirlas nosotros mismos (con nuestras propias palabras si hace falta). Poco a poco iremos distinguiendo más y más cosas. 


Escoger el mejor vino: No siempre el vino más caro es mejor. Comprar un vino caro nos asegura cierta calidad, pero no siempre es la mejor opción. Depende mucho de nuestros gustos y de la situación en que lo vayamos a consumir. Por eso es importante cultivar nuestro propio criterio a la hora de valorar un vino.

¿Qué tipos de vino hay?

Vino tranquilo: Tinto, blanco o rosado. Sin burbujas y con menos de 15º de alcohol.
Vino espumoso: Cava, Champagne y otros. Obtienen las burbujas gracias a una segunda fermentación en botella.
Vino gasificado: Incorporan gas artificialmente, como un refresco. Por ejemplo, el Lambrusco.
Vino licoroso o generoso: vinos de más de 13º 0 14º de alcohol, a muchos se les añade más alcohol. Suelen ser dulces (moscatel, Pedro Ximénez, Oporto, etc.), pero también los hay secos (fino, manzanilla, amontillado, oloroso, etc.).

Temperatura de servicio del vino

El vino tinto entre 16º y 18º C. Si la temperatura ambiente es superior... tendremos que enfriarlo en una cubitera con hielo y agua.
El vino blanco entre 12º y 16º C. Consérvelo en la nevera, y sáquelo un poco antes de consumirlo (luego se calienta rápido).
Los espumosos, a unos 8º. Recién salidos de la nevera y mantenidos en cubitera con mucho hielo.
Vinos generosos o licorosos se sirven aún más fríos. A 5º o 7º si son secos, y a 4º o 5º si son dulces.

4 elementos que impactan en la calidad del vino

La tierra: El suelo aporta características específicas al vino.
El clima: Cuanto más cálido, más potente será el vino, y tendrá más cuerpo y más alcohol. Y cuanto más frío, más ácido y refrescante.
El varietal o tipo de uva: La variedad de uva es fundamental a la hora de determinar el carácter de un vino. Para entender mejor el mundo del vino es necesario pensar también en términos de varietal. 
La elaboración: Una vez obtenida la uva, el saber hacer del enólogo es determinante para obtener un vino de calidad: la temperatura de fermentación, el proceso de filtrado y clarificación, la posible mezcla de varietales, el tipo de barrica utilizada para la crianza, etc.
Crianza y evolución del vino: 
En la barrica de roble el vino obtiene taninos y aromas de la madera, que le dan mayor complejidad. Además, la madera tiene pequeños poros que dejan pasar oxígeno, con lo que el vino también va envejeciendo. Sólo los vinos con mayor estructura y concentración pueden aguantar periodos largos de crianza. 


En la botellael vino se redondea y perfecciona. Después de unos 5 o 10 años en botella (en función del vino) el vino llega a su mayor grado de calidad, luego la calidad del vino empieza a decaer lentamente.



viernes, 6 de abril de 2018

Maridaje de vino: comida y vino🍓🍫🍤🍞🍷

Prácticamente la totalidad de veces que consumimos vino lo hacemos con comida y platos típicos: hablamos entonces de MARIDAJE DE VINO. 

Esto nos aporta dos ideas claras: la primera que vino y comida van bien juntos, la segunda que hay millones y millones de combinaciones posibles entre las que elegir. Como es lógico, alguna de estas combinaciones serán magníficas, otras no tanto, y muchas otras, igualmente, no serán adecuadas.

Combinaciones: acidez, azúcares, alcohol, taninos

A un vino le pasa igual, y su sabor es función de su combinación de ácido, alcohol, taninos y azúcares. Presentamos, a modo de sencillas reglas de maridaje, algunas claves sobre los efectos que tiene sobre la comida vinos con alguno de los anteriores rasgos marcados:
Un vino ácido (blancos, rosados y algunos tintos) puede compensar una comida grasa.También pueden hacer que la comida parezca más salada, y el vino parecerá menos ácidos si se beben con comidas dulces.

Un vino tinto con mucho grado alcohólico puede hacer que una comida ligera no sepa a nada, por eso debe acompañarse de comidas más fuertes como carnes, cocidos, etc.

Un vino dulce va bien con comidas dulces, reforzando ambos los sabores. También puede ir bien con comidas ligeramente saladas.


Un vino tánico (tinto, con sabor fuerte y seco en boca) va 




Resultados de posibles maridajes

Cuando combinamos estos dos elementos, comida y vino, el resultado tiene sus propias características. Así, durante el maridaje pueden suceder diferentes resultados:
La comida puede exagerar un rasgo del vino: un caso típico es tomar frutos secos como nueces con un vino tinto muy tánico. El vino resultaría excesivamente astringente y nos daría la sensación que nos seca la lengua.
La comida puede también reducir una característica del vino: Un buen ejemplo nos lo muestran como las proteínas de una carne neutralizan los taninos de un vino tinto. Esto explica que los vinos tintos vayan bien con la carne.
El caso contrario ocurriría cuando un vino es excesivamente potente y anula las cualidades de la comida. ¿Ejemplos? pruebe un lenguado con un vino tinto potente, o un postre muy dulce con un vino blanco muy ácido.
El vino puede aportar sabores que ensalzan un rasgo de la comida. Si por ejemplo tomamos una carne con una salsa que contiene frutos rojos y elegimos un vino tinto frutal que presenta en su sabor notas de estos frutos el resultado será muy bueno.
Hay vinos y comidas que no pueden ir juntos ya que en su mezcla añaden un nuevo sabor desagradable. Si tomamos un filete de pollo a la plancha sin nada más y bebemos un vino tinto potente, tal vez obtengamos un sabor que nos puede recordar a un metal.bien con comidas muy proteicas y grasas.
Aqui les dejo algunos consejos para un buen maridaje 😄

Consejos de Maridaje

El consejo más importante si se quiere elegir un vino para una comida es pensar en los ingredientes de la comida y en el sabor que tendrá. ¿Será ligera, con muchas proteínas, acompañada de una salsa que tenga algún sabor especial, etc.? Esto le permitirá tener una idea más clara a cerca de qué tipo de vino le puede ir bien.
 La palabra Maridaje puede asustar en ocasiones, pero esperamos que con estos sencillos consejos resulte más sencilla su aplicación. El maridaje de vino no tiene por qué ser algo complicado.
Recordar el sabor y el gusto de los vinos que vamos probando nos ayudará a saber con qué maridarlos en el futuro.






Elaboración del vino🍇🍷

Para elaborar un buen vino necesitamos buenas uvas.
 Estas provienen de un viñedo con un suelo adecuado, con exposición correcta al sol. El viñedo debe estar en el lugar adecuado de latitud y altitud, y todas estas condiciones estar adaptadas al tipo de uva que haya plantada. Una variedad de uva es válida para algunas zonas y no para otras. Uvas como la Albariño no podrían cultivarse en la Mancha, e igualmente una uva como la Shiraz no podrá dar lo que se espera si es cultivada allí donde la Albariño da su máximo potencial… Dicho esto, asumamos que la uva nos llega en perfectas condiciones a la bodega. En la bodega tendrán lugar 3 procesos, todos ellos imprescindibles para la elaboración de vino: la vinificación, la estabilización y el embotellado.

La Vinificación 

Empezamos la elaboración del vino por el prensado de la uva. 
El prensado no se realiza en el mismo momento para todos los tipos de vino: para vinos blancos el prensado se realiza justo tras la cosecha.
 En el caso de las uvas tintas, el prensado se realiza sólo después de haber estrujado y despalillado las uvas.
 Antiguamente se usaban prensas de madera: son ese tipo de prensa que aún se conservan en Museos de vino o en algunas casas rurales o bodegas que las exponen con orgullo de su pasado. Estas prensas han sido sustituidas por prensas mucho más eficientes, que prensan en posición horizontal, o también por las llamadas prensas neumáticas, con las que las uvas se prensan a partir de la presión que realizan sacos neumáticos.


Prensado de la uva

Esto permite el prensado de cantidades pequeñas de uva, algo muy útil si pensamos en la elaboración de vinos de parcelas diferentes en pequeñas cantidades por ejemplo… conservando así gracias a la elaboración correcta todo el carácter de las uvas que provienen de una parcela determinada. La fermentación es ese proceso mágico en el que el azúcar que contiene la uva se transforma en alcohol. Para vinos blancos, tras el prensado se produce lo que se denomina desfangado: las partes sólidas se separan del líquido y sólo entonces se procede a la fermentación. En todo el proceso las temperaturas se deben mantener muy controladas, pues una temperatura elevada hace que las uvas fermenten y si lo hacen durante el tiempo en que están presentes partes no deseadas el resultado será un vino diferente al que nos gustaría conseguir. De esta forma se evita que las partes sólidas (hollejos o raspones) puedan aportar al vino partículas orgánicas que aportan un sabor no deseado posteriormente.


Fermentación de los vinos

Este es un proceso mediante el cual los azúcares contenidos en el mosto se transforman en alcohol, principalmente, junto con otros compuestos orgánicos. Aproximadamente se produce 1º alcohólico por cada 17 gr. de azúcar contenidos en el mosto. Así, un mosto con 221 gr/litro daría lugar a un vino con 13 grados alcohólicos (13º).
La fermentación del vino es el proceso mediante el cual los azúcares contenidos en el mosto se transforman en alcohol, principalmente, junto con otros compuestos orgánicos.
La fermentación alcohólica produce gran cantidad de CO2, que es la que provoca que algunos vinos como el Champagne y el Cava tengan burbujas. Este CO2 pesa más que el aire, y puede llegar a crear bolsas que desplazan el oxígeno de los recipientes donde se produce la fermentación. Por ello es necesario ventilar bien los espacios dedicados a tal fin. La liberación del dióxido de carbono es a veces “tumultuosa” y da la sensación de hervir, de ahí proviene el nombre de fermentación, palabra que en castellano tiene por etimología del latín fervere.

Durante este proceso es imprescindible controlar:
  • La densidad- con el fin de determinar la cantidad de azúcar que va quedando en el mosto.
  • La temperatura – un exceso puede dar lugar a una parada de la fermentación por muerte de las levaduras. Si se expone cualquier levadura a una temperatura cercana o superior a 55 ºC por un tiempo de 5 minutos se produce su muerte. La mayoría actúa en una franja comprendida entre los 12 ºC y los 37 ºC.
  • Contacto con el aire – Una intervención de oxígeno (por mínima que sea) en el proceso lo detiene por completo (es el denominado Efecto Pasteur). Esta es la razón por la que los recipientes fermentadores se cierren herméticamente.

Clarificación del vino y embotellado

Clarificación del vino. Una parte fundamental en la elaboración del vino llega en este momento. El vino debe ser clarificado para poderlo embotellar. En caso de vinos cuya elaboración se ha realizado sin crianza esto se realizará justo después de la fermentación. En el caso contrario, se realizará tras la crianza. De hecho, durante la estancia en barrica los vinos se van clarificando. La clarificación implica limpiar el vino para que no esté turbio, pero también para retirar aquellas particular no deseadas. Una clarificación excesiva, con métodos muy agresivos, puede implicar que el vino quede muy limpio… tanto que se retiren del mismo elementos que le desprotegen (taninos) o que le quitan las propiedades de sabor que se habían buscado. Los procesos tradicionales de clarificación se realizaban con claras de huevo, que al bajar se llevaban con sí todos los sedimentos no deseados. Tras la clarificación y con un vino ya estabilizado, el mismo se introduce en las botellas, donde seguirá evolucionando antes de salir al mercado. Hay muchos tipos de botellas, el tamaño más común es de un volumen de 75cl, y las formas para este tamaño son muy distintas, si bien la más habitual es la llamada bordelesa. Una vez terminado el proceso de elaboración el vino, queda listo para su consumo. ¡Salud!

La Historia del vino🍇

El vino es una de las bebidas más antiguas que se conocen. Se han encontrado restos de viñedos cultivados en el Cáucaso, ¡que tienen una antigüedad de 7.000 años! Esperamos que te resulte interesante adentrarse en su pasado. 


Historias del vino.

La historia del vino es paralela la historia de la humanidad. Son muchos los pasajes de la historia en los que el vino se muestra en cuadros como protagonista de eventos de importancia. Escritos antiguos, así como el paisaje y las bodegas son reflejo de su historia. Hay muchas historias dentro de la propia historia del vino y de quién la cuente. Personajes, batallas contra la filoxera, vinculaciones bíblicas, viajeros con uvas al nuevo Mundo... Episodios apasionantes que configuran el mosaico complejo que es el presente del vino. 

La uva, un comienzo

La uva es un fruto con una tendencia natural a fermentar, por lo que probablemente, el vino fue la primera bebida alcohólica que conoció la humanidad. El descubrimiento el vino pudo producirse por casualidad, cuando alguien dejó olvidadas unas uvas en algún recipiente, éstas fermentaron y luego alguien probó el caldo resultante. Además, la vid presenta una gran facilidad de adaptación, factor que sin duda ayudó en su expansión.

El Antiguo Testamento

La referencia más antigua sobre el vino parece pertenecer al Antiguo Testamento, cuando "Noé comenzó a labrar la tierra, y plantó una viña; bebió el vino y se embriagó"(Génesis 9-21). Esta referencia marca la presencia del vino en la tradición judeo-cristiana desde los primeros tiempos. En la Biblia aparece citado más de 200 veces (en algunos de las citas, se llama también a la moderación en el consumo...), lo que es una muestra de su gran importancia en todas las culturas de la zona: Babilonia, Egipto, Sumer, etc. Más tarde, adopta un papel clave en el ritual cristiano.

Grecia, Roma y el vino


En el mundo Clásico el vino también ha tenido siempre un lugar privilegiado. En Grecia y Roma los dioses del vino eran muy venerados por sus poderes embriagadores y afrodisíacos. Homero describió algunos de los vinos cultivados en el norte de Grecia con uva moscatel como “dulces como la miel” Se organizaban fiestas y orgías en honor a los Dioses, en las que abundaba el vino, los manjares y los placeres sexuales. El vino se asociaba en el mundo clásico con el amor y el disfrute carnal, pero también con la tranquilidad, el descanso y el alivio.

Egipto y el vino


En el antiguo Egipto se han encontrado vasijas de vino con 'etiqueta', es decir con el nombre del productor, el viñedo y el año inscritos. Este hecho nos indica que la preocupación por la calidad del vino viene de lejos...
También los romanos demostraron un gran interés por la calidad del vino y por definir cuáles eran los mejores viñedos. Vemos aquí un origen de la asociación clima + terreno tan usual en los cánones de calidad para el vino en el Viejo Mundo.

El Nuevo Mundo


El origen del vino en el Nuevo Mundo comenzó la mayoría de las veces de la mano de enólogos y viticultores que emigraron a otros continentes. Hoy en día, los vinos del nuevo mundo (América, Sudáfrica, Australia y Nueva Zelanda) han mejorado su calidad, conquistado mercados internacionales y compiten con los vinos europeos de mayor reputación. Algunas de estas zonas han explotado de forma considerable el turismo alrededor del vino, con rutas que invitan al viajero.

Regiones vitivinicultoras de México

Nuestro país cada vez es más reconocido por sus zonas vitivinícolas;  cada región y cada viñedo tienen cualidades únicas, que hacen que sus...